Osiris de León subrayó la necesidad de que el Estado dominicano considere la exploración minera, específicamente la extracción de tierras raras, como una prioridad para el desarrollo del país. De León, quien ha sido un divulgador destacado del conocimiento científico y un firme defensor de políticas públicas basadas en la ciencia, explicó que los depósitos de tierras raras en la República Dominicana, especialmente en las zonas de Las Mercedes y Aceitillar, representan una oportunidad estratégica.
“En este momento, las tierras raras son más valiosas que nunca“, afirmó De León, destacando su relevancia en la tecnología moderna, desde teléfonos celulares hasta parques eólicos y cohetes espaciales. Resaltó que, si bien empresas como Alcoa explotaron bauxita en el país desde 1959, los elementos de tierras raras presentes en esas mismas tierras no fueron identificados hasta más recientemente, lo que representa una oportunidad que la República Dominicana debe aprovechar.
El ingeniero geólogo también mencionó que el Gobierno de la República Dominicana ha comenzado a dar pasos importantes en la prospección y exploración de estos recursos, con el apoyo del Servicio Geológico Nacional y acuerdos con Estados Unidos. Sin embargo, De León alertó sobre la falta de equipamiento básico para la investigación minera, como una pistola de rayos X, herramienta clave en la identificación de elementos de tierras raras.
En cuanto a la competencia global, De León destacó que China y Estados Unidos son los principales actores en la carrera por el control de estos recursos, lo que hace que la ubicación geográfica estratégica de la República Dominicana, en el centro del Caribe y cerca de Estados Unidos, sea un factor clave. “Estados Unidos está buscando asegurar acceso a estos recursos en el Caribe, pues en tiempos de crisis geopolítica o económica, tener acceso cercano es una ventaja“, explicó.
Finalmente, De León instó al Estado a priorizar la inversión en infraestructura y equipamiento básico para la investigación y explotación minera, asegurando que con la debida inversión en tecnología, la República Dominicana podría posicionarse como un jugador clave en el mercado de tierras raras.



