El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró este jueves durante su visita a la República Dominicana, que está dispuesto a sentarse a dialogar con los países que aún mantienen regímenes autoritarios y practican la explotación de sus ciudadanos, siempre y cuando estos cesen las violaciones a los derechos humanos.

En una rueda de prensa conjunta con el presidente Luis Abinader, Rubio destacó la importancia de la cooperación internacional para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región, y subrayó que el respeto a los derechos humanos debe ser un pilar fundamental en las relaciones entre los países. “No estamos dispuestos a tolerar más violaciones a los derechos fundamentales de las personas. Estaríamos dispuestos a dialogar, pero el compromiso debe ser claro: cesar las violaciones a los derechos humanos”, afirmó Rubio.

El Secretario de Estado también hizo hincapié en que la política exterior de Estados Unidos funciona de manera efectiva cuando se habla con claridad y se adoptan posturas firmes. “No estoy confundido, ni me siento contradictorio. Mi postura sobre los derechos humanos es más clara y coherente que nunca. Creemos que los pueblos deben vivir en libertad, sin miedo a ser perseguidos o explotados”, expresó Rubio.

A lo largo de su intervención, destacó que Estados Unidos ha mantenido una política exterior basada en la defensa de los derechos fundamentales, y reiteró el compromiso de su gobierno con el fortalecimiento de las democracias en América Latina y el Caribe. Aseguró que, a pesar de los desafíos, seguirán trabajando junto a los países que comparten estos valores, como la República Dominicana, para enfrentar amenazas comunes como la corrupción, el crimen organizado y la violencia.

En cuanto a la situación en Haití, el Secretario de Estado subrayó que Estados Unidos continuará apoyando los esfuerzos internacionales para abordar la crisis humanitaria y política en el vecino país, e instó a la comunidad internacional a mantenerse unida para encontrar soluciones viables y duraderas.

Rubio cerró su intervención reiterando el compromiso de Estados Unidos con la libertad, la justicia y la prosperidad para todos los pueblos de la región, destacando que la defensa de los derechos humanos es una causa global que debe ser respaldada por todas las naciones comprometidas con la democracia y la dignidad humana.