Julieta Tejada destacó que, mientras algunos nombramientos eran esperados, otros generaron confusión. La sorpresa más notable fue el cambio en el Ministerio de Obras Públicas, donde Eduardo Estrella regresa a una cartera que había dirigido casi 30 años atrás. Esta designación levanta expectativas debido a los cambios sociales y tecnológicos desde su última gestión, lo que presenta un reto en su capacidad para gestionar la nueva dinámica política y social.

Tejada también reflexionó sobre la posición de Adeline Ascensión, quien fue trasladado a un cargo de asesor, lo que en su opinión limita su capacidad para interactuar directamente con las bases del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Según la analista, muchos militantes del partido continúan insatisfechos con la falta de oportunidades dentro del gobierno, lo que agrava las tensiones internas.

Otro cambio significativo fue la sustitución del Ministro de Educación, Ángel Hernández, por Luis Miguel De Camps, quien enfrenta grandes desafíos relacionados con la infraestructura escolar y la relación con la Asociación Dominicana de Profesores (ADP). Tejada sugirió que un enfoque más firme con los gremios podría generar un impacto positivo en la educación del país.

En el ámbito cultural, la designación de Roberto Ángel en el Ministerio de Cultura generó dudas inicialmente, pero Tejada expresó confianza en su capacidad para gestionar esta cartera, basándose en su éxito anterior en el Programa de Fomento a la Empresa Privada (PROPEP).

Finalmente, la analista criticó algunos nombramientos que, desde su perspectiva, envían mensajes equivocados dentro del gobierno, como la designación de Iván Hernández Guzmán a INABACO, un movimiento que consideró una “degradación“. Tejada concluyó que estos cambios, aunque buscan refrescar la imagen del gobierno, podrían traer consigo desafíos internos y un debate sobre la legitimidad y coherencia de algunos de los movimientos estratégicos.