El expresidente colombiano Álvaro Uribe, de 72 años, se declaró no culpable de los cargos de fraude procesal y soborno de testigos durante la primera audiencia de un juicio que sigue en su contra. Uribe, quien gobernó Colombia de 2002 a 2010, está siendo señalado por coaccionar a personas para que negaran sus supuestas conexiones con grupos paramilitares, acusaciones que ha desmentido en varias ocasiones.

Si se le declara culpable, Uribe podría enfrentarse a una pena de hasta 12 años de prisión. El exmandatario se presentó en un complejo judicial de Bogotá, donde defendió su inocencia en lo que se considera una de las audiencias finales del caso, el cual él mismo inició en 2012. Este proceso judicial ha adquirido una relevancia especial, ya que se ha convertido en un boomerang legal para el expresidente.

Durante la audiencia, Uribe expresó: “Pretendo aportar para lo que se habrá de demostrar en este juicio, que no soborné ni mandé a sobornar testigos, que no engañé a la justicia.”

Fuera de los juzgados, decenas de simpatizantes del expresidente se congregaron para mostrar su apoyo, portando banderas de Colombia y máscaras con el rostro de Uribe.

La investigación se originó en 2012, cuando Uribe denunció al congresista de izquierda Iván Cepeda por presuntamente buscar testimonios falsos para vincularlo con paramilitares que operaron en los años 90 y principios de los 2000. La Corte Suprema encontró que Uribe habría intentado obtener una retractación del testigo clave, el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, a través de intermediarios. Monsalve, quien inicialmente testificó en contra de Uribe, posteriormente remitió a la Corte una carta pidiendo perdón por su testimonio, aclarando que había sido bajo presión.

Este juicio es uno de los más trascendentales de la historia reciente de Colombia, y podría cambiar el curso de la carrera política de Uribe, quien sigue siendo una figura influyente en la política del país.