En cumplimiento de la tregua pactada con Hamás, el ejército israelí completó este domingo su retirada del Corredor Netzarim, una franja estratégica de 6 kilómetros que partía la Franja de Gaza en dos. Este movimiento abre la posibilidad para que cientos de miles de palestinos regresen al norte de Gaza, una región devastada por los combates.
Desde el inicio de la ofensiva israelí tras los atentados del 7 de octubre, aproximadamente 700,000 palestinos huyeron del norte hacia el sur. La ONU estima que la mayoría de las unidades residenciales en la zona han sido destruidas, lo que significa que quienes regresan encuentran únicamente escombros. A pesar de la retirada militar, el paso a través del corredor aún enfrenta obstáculos, ya que en algunos puntos de control operan contratistas de seguridad estadounidenses y egipcios inspeccionando vehículos en busca de armas.
Reacciones y controversias
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha reavivado la propuesta del expresidente estadounidense Donald Trump sobre la reubicación de la población palestina fuera de Gaza. “No es un desalojo forzoso ni limpieza étnica. Se trata de ofrecer una salida a quienes han estado atrapados en lo que muchos llaman una prisión al aire libre”, declaró Netanyahu. La comunidad internacional, incluidos varios países árabes, ha rechazado categóricamente esta iniciativa.
Mientras tanto, las negociaciones para la segunda fase del alto al fuego continúan en Catar, aunque analistas sugieren que Netanyahu podría estar saboteando el proceso. A esto se suma el incremento de la ofensiva israelí en Cisjordania, donde redadas diarias han dejado múltiples víctimas, incluida una mujer embarazada de 23 años.