La comunicadora Diulka Pérez condenó enérgicamente la agresión de una menor ocurrida en el Centro de Excelencia Mercedes Bello, en Nagua, y deploró la insensibilidad mostrada por los estudiantes que presenciaron el hecho sin intervenir.
Pérez describió las imágenes del video que circula en redes sociales como “perturbadoras”, destacando que muestran cómo una niña golpeó a otra hasta hacerla convulsionar y perder el conocimiento. Lo que más le preocupó, según la comunicadora, fue la actitud de los presentes, quienes se limitaron a grabar el incidente en lugar de intervenir o buscar ayuda.
“Es inaceptable que los niños vean una agresión tan violenta como algo normal. Estamos criando una generación insensible a la violencia y eso es extremadamente peligroso”, advirtió Pérez, quien también cuestionó el ambiente familiar y social de estos menores.
En su intervención, Pérez enfatizó que el Ministerio de Educación ha dispuesto el acompañamiento de un equipo especializado en disciplina escolar y mediación, pero consideró que esto no es suficiente. “Es necesario un descenso al hogar de todos los niños involucrados, tanto de la agresora como de los testigos que no reaccionaron. Debemos entender cómo estos niños están siendo criados y por qué ven la violencia como algo aceptable”, expresó.
Asimismo, criticó la respuesta de las autoridades escolares, señalando que minimizar este tipo de incidentes solo contribuye a la normalización de la violencia. “El director de la escuela debe asumir una postura firme. Esto no fue un simple pleito entre niñas; fue un acto violento que casi termina en tragedia”.
Durante su análisis, también hizo un llamado a los padres para que asuman un rol más activo en la educación y formación de sus hijos. “No hay educación posible sin la participación de los padres. Si un niño es agresor o agredido y los padres no intervienen, la desgracia tarde o temprano llegará a sus hogares”, sentenció.
La comunicadora concluyó haciendo un llamado urgente a la reflexión social sobre cómo se están manejando las emociones, la violencia y la empatía en las escuelas y en el hogar. “No podemos seguir permitiendo que estas situaciones se repitan. Es una cuestión de humanidad y de futuro para nuestra sociedad”.



