En un operativo conjunto en el puerto de Manzanillo, provincia Montecristi, agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y miembros del Ministerio Público incautaron un insólito cargamento de droga camuflada. Se trataba de 303 guineos elaborados en cerámica artesanal, todos rellenos de cocaína, una nueva modalidad utilizada por el narcotráfico internacional. La detección ocurrió durante una inspección de rutina a varios contenedores de exportación, cuando los agentes identificaron irregularidades en uno de ellos y procedieron a aplicar el protocolo de seguridad.

Bajo la supervisión de un fiscal, se abrió el contenedor sospechoso, donde se encontraron 16 cajas con los bananos de cerámica, cuyo peso total de droga alcanzó los 32.64 kilogramos, según confirmó el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF). De acuerdo con la documentación del embarque, la carga tenía como destino final los Países Bajos. Las piezas estaban meticulosamente elaboradas, con colores, brillo y tamaño similares a los frutos reales, en un intento por evadir los controles de las autoridades.

Tras este decomiso, el Ministerio Público y la DNCD han iniciado una investigación para identificar a los responsables de este frustrado intento de tráfico de drogas. El hallazgo demuestra la creatividad de las redes criminales para ocultar sustancias ilícitas, pero también reafirma la capacidad operativa de las fuerzas de seguridad en su lucha contra el narcotráfico.