El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha anunciado que firmará una orden ejecutiva permitiendo la presencia de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la cárcel de Rikers Island. Esta medida, según reporta CBS News, tiene como objetivo facilitar la identificación de criminales violentos en la ciudad, en un contexto de creciente tensión política y legal.

Sin embargo, el anuncio ha generado una gran polémica. Los defensores de los derechos de los inmigrantes acusan a Adams de traicionar a la comunidad indocumentada y de poner en peligro el estatus de “ciudad santuario” que Nueva York ha mantenido por años. Los activistas temen que esta acción sea un paso hacia un endurecimiento de las políticas migratorias y una mayor colaboración con las autoridades federales en la persecución de inmigrantes indocumentados.

Diego Arias nos informa desde las calles de Nueva York, donde muchos inmigrantes, como el ecuatoriano consultado, han expresado su preocupación por las redadas de ICE. “No siento la misma seguridad de antes. Ya no es suficiente vivir en una ciudad santuario”, señaló el inmigrante, que ha decidido vender menos flores este San Valentín para evitar riesgos.

La decisión del alcalde se produjo tras una reunión con el zar de la frontera, y se espera que la presencia de ICE en Rikers Island permita a los agentes identificar a los indocumentados peligrosos, según las palabras de Adams. No obstante, activistas insisten en que esta medida afectará también a personas que aún no han sido declaradas culpables de ningún crimen. “No solo vienen por criminales, sino por cualquier indocumentado que encuentren”, lamentaron.

Este anuncio ocurre días después de que el Departamento de Justicia de la administración Trump ordenara desestimar los cargos de corrupción que enfrenta Adams, quien ha declarado en varias ocasiones que es inocente. La fiscal federal interina del distrito sur de Manhattan, afiliada al partido republicano, renunció en protesta por la decisión de desestimar los cargos contra el alcalde.

La polémica también se extiende a una publicación reciente de la Casa Blanca para celebrar el Día de San Valentín. La tarjeta, que incluía un mensaje de deportación dirigido a inmigrantes indocumentados, ha causado furor en redes sociales. Muchos usuarios expresaron su incredulidad por el tono de la publicación, considerando inapropiado un mensaje de tal naturaleza desde una cuenta oficial del gobierno de los Estados Unidos.