El alcalde de Nueva York se pronunció tras la decisión del Departamento de Justicia de retirar los cargos en su contra, calificando el proceso como una experiencia innecesaria y difícil para él, su familia y la ciudad. Reafirmó que nunca ha violado la ley ni ha utilizado su cargo para beneficio personal. Señaló que no hubo testigos ni pruebas que respaldaran las acusaciones en su contra y agradeció al Departamento de Justicia por su honestidad en el manejo del caso. Ahora, dijo, es momento de dejar atrás este episodio y enfocarse en el futuro de la ciudad.
Pese a la absolución, el alcalde reconoció que algunos neoyorquinos seguirán cuestionando su carácter y aseguró que trabajará para recuperar su confianza. Destacó que, a lo largo de su gestión, Nueva York ha logrado importantes avances en seguridad, vivienda, empleo y apoyo a la comunidad migrante. Resaltó la reducción de la criminalidad, el aumento de la disponibilidad de viviendas asequibles y la inversión de miles de millones de dólares en asistencia para los ciudadanos. Además, enfatizó los logros en educación temprana, la expansión de programas de salud mental y la incorporación de más agentes policiales en las calles y el metro.
El alcalde subrayó que su compromiso con la clase trabajadora sigue firme y que, más allá de los rumores y acusaciones, los resultados de su administración hablan por sí solos. Reafirmó su identidad como parte de la clase trabajadora y recordó su historia personal, marcada por dificultades y lucha, lo que, según él, lo motiva a seguir defendiendo a los neoyorquinos. Concluyó asegurando que el esfuerzo y el trabajo duro traerán resultados positivos para la ciudad y prometió continuar luchando por una Nueva York en la que todos tengan oportunidades para prosperar.



