Una grave crisis humanitaria afecta la región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, tras seis días de intensos enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC. Al menos 80 personas han muerto y más de 19,000 han sido desplazadas, mientras que cuatro poblaciones se encuentran confinadas debido a los combates.

Entre las víctimas se incluyen líderes campesinos y firmantes de paz, lo que resalta la magnitud del conflicto. Los enfrentamientos han provocado también que cerca de 46,000 niños en el Catatumbo no hayan podido comenzar sus clases. Las autoridades locales y nacionales, incluyendo al presidente Gustavo Petro, han declarado un estado de conmoción interior y emergencia económica para mitigar la crisis.

Este conflicto se origina por la lucha por el control de la región, que ha sido históricamente un punto estratégico para las guerrillas. El ELN, tras la desmovilización de las FARC, ha fortalecido su presencia, mientras que los disidentes buscan apoderarse de la zona, alimentados por intereses en negocios ilegales.

Las autoridades continúan trabajando en la atención de los desplazados, pero la situación sigue siendo crítica.