El domingo 19 de enero de 2025, tres rehenes israelíes liberadas por el movimiento islamista Jamás regresaron a su país en el primer día de un acuerdo de alto al fuego entre Israel y el grupo palestino en Gaza, tras más de 15 meses de guerra devastadora. La tregua, que también contempla la liberación de prisioneros palestinos y la entrada de ayuda humanitaria, marcó un momento clave en un conflicto que ha dejado miles de muertos y desplazados en la región.

Las tres mujeres israelíes, Emily Damari (28 años), Romy Gonen (24 años) y Doron Stein Breer (31 años), cruzaron la frontera hacia territorio israelí tras un retraso de tres horas, mientras los equipos de seguridad israelíes verificaban la seguridad de la liberación. Este acuerdo fue el resultado de una mediación compleja liderada por Estados Unidos, Egipto y Qatar.

El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se pronunció sobre el regreso de las rehenes, subrayando la pesadilla por la que pasaron durante su cautiverio. “Ellas han pasado por un infierno. Están saliendo de la oscuridad hacia la luz, de la esclavitud hacia la libertad”, dijo Netanyahu, y agregó que el país entero abraza y felicita a las mujeres por su regreso a casa.

El día del ataque de Jamás, el 7 de octubre de 2023, desencadenó una guerra brutal en Gaza, resultando en miles de víctimas y en una devastación sin precedentes en la región. Un alto cargo de Jamás, en condición de anonimato, afirmó que la próxima liberación de rehenes israelíes está prevista para el próximo sábado.

La tregua de 42 días también incluye un acuerdo sobre la liberación de 33 rehenes israelíes en manos de Jamás y la excarcelación de prisioneros palestinos en cárceles israelíes. El acuerdo ha permitido la entrada de 260 camiones con ayuda humanitaria y 16 camiones con combustible a Gaza, aliviando la situación de millones de palestinos desplazados y afectando por la destrucción.

“Lo que hemos visto en Gaza es una destrucción masiva, sin precedentes. La ciudad está arrasada. No queda nada en el norte de Gaza que valga la pena recuperar”, dijo un palestino desplazado que, junto con su familia, caminaba por las carreteras buscando refugio en medio de los escombros.

Este acuerdo, a pesar de la tragedia y las secuelas que dejó la guerra, abre una nueva oportunidad para la esperanza en la región, aunque los desafíos siguen siendo enormes. La comunidad internacional sigue de cerca los desarrollos en Gaza, con la esperanza de que la tregua pueda llevar a una paz duradera.