El balance de víctimas en la mina de oro abandonada en Sudáfrica ha ascendido a 78 muertos, tras la recuperación de los cuerpos de los mineros clandestinos que permanecían atrapados bajo tierra. Hace tres días, la policía inició un operativo para extraer los cadáveres de la mina, ubicada a unos 150 km al suroeste de Johannesburgo. Muchos de los mineros, muchos de ellos extranjeros, se habían quedado atrapados debido a su debilidad física y la imposibilidad de subir por la única cuerda que les permitía regresar a la superficie.

Al menos 240 personas lograron salir con vida, aunque muchas de ellas presentaban graves problemas de salud. La mina, que antes formaba parte de la industria minera sudafricana, había sido abandonada debido a la inviabilidad económica de seguir con la extracción. Los mineros clandestinos tomaron el control del pozo, ignorando las restricciones de las autoridades, que cercaron el área hace meses y han detenido a más de un millar de personas en relación con la actividad ilegal.