Los residentes de San Juan de la Maguana enfrentan interrupciones energéticas cada vez más prolongadas, especialmente en los sectores de menores ingresos, donde la situación es crítica. Habitantes de estas zonas afirman que el servicio eléctrico ha colapsado, con apagones que afectan gravemente sus hogares y negocios.

“Si estos apagones siguen, se va a dañar todo lo que tengo en el freezer”, asegura una residente, preocupada por la pérdida de alimentos que requieren refrigeración para mantenerse en buen estado. En varias zonas, las interrupciones de energía han llegado a durar horas, afectando la vida diaria y el funcionamiento de pequeños negocios como talleres de bister y peluquerías.

A pesar de estar al día con el pago de sus facturas, los usuarios del servicio energético afirman que las interrupciones no cesan. “Pagamos al pie de la letra y aún así la luz se va. Esta semana se ha ido dos o tres veces, por horas”, comenta un afectado.

Los comerciantes, por su parte, rechazan la explicación de las autoridades, quienes señalan que los apagones son resultado de problemas financieros. “Yo no debo energía, así que el problema no es mío”, responde un empresario local, que también denuncia el incremento exorbitante en las facturas de electricidad. “Todos los días sube. Este mes pagas una cosa, y al mes siguiente es mucho más caro”, lamenta otro residente.

Las consecuencias de los apagones son amplias: los productos perecederos se dañan, y los negocios que dependen de electricidad para operar enfrentan graves pérdidas. Las autoridades aún no han proporcionado una solución a largo plazo, mientras los ciudadanos claman por un servicio más estable y accesible.