San Francisco de Macorís- La mañana de este jueves amaneció marcada por nuevas protestas frente al Liceo Ercilia Pepín, ubicado en la avenida Libertad, una de las principales arterias comerciales y de comunicación de la región nordeste. La protesta incluyó la quema de neumáticos, enfrentamientos con piedras y una paralización total del tránsito en la zona, afectando tanto a residentes como a comerciantes.

Estudiantes y miembros de grupos estudiantiles, apoyados por personas ajenas al centro educativo, manifestaron su indignación ante las deplorables condiciones en las que opera el plantel. Entre sus demandas destacan la reparación de baños inadecuados, aulas en mal estado, la eliminación de estructuras abandonadas que representan un peligro, y mejoras en el área de enfermería.

“El envarillado de lo que sería un nuevo edificio está lleno de agua estancada, lo que provoca contaminación. La pared trasera del liceo está a punto de colapsar, y los baños no son aptos para el uso. Además, la enfermería no funciona porque la titular no está y su suplente da clases. Si un estudiante se enferma, ¿quién lo atenderá?”, denunció el vocero del Frente Estudiantil de Liberación (FELEL), quien también llamó la atención sobre la falta de respuestas de las autoridades educativas.

La protesta no solo generó caos en la avenida Libertad, sino también en sectores cercanos como Niño Riset y Capacito, donde vecinos y comerciantes manifestaron su frustración por el constante cierre de vías y los disturbios. “Vivimos en un pandemonio. Estas protestas son frecuentes y afectan tanto a las inversiones como al desarrollo comercial de la zona. Estamos de acuerdo con las demandas de los estudiantes, pero rechazamos los métodos que utilizan”, expresó un residente de la avenida Libertad.

Por otro lado, la situación se tensó aún más con la presencia de agentes de la Policía Nacional que, según los manifestantes, utilizaron armas de manera intimidatoria. “Aquí no hay delincuentes, somos estudiantes. Si uno de nosotros resulta herido, tomaremos medidas más contundentes en las calles”, advirtieron los líderes estudiantiles.

La comunidad educativa y los manifestantes coinciden en que el sistema educativo necesita mejoras urgentes, pero también hacen un llamado a cambiar los métodos de protesta. “Es necesario que se busquen formas más pacíficas y efectivas para ser escuchados, sin perjudicar a la sociedad ni poner en peligro a estudiantes y residentes”, señalaron algunos líderes comunitarios.