En una protesta en Azua, productores de cebolla del municipio de Sabana Yegua, en la región sur del país, lanzaron sus productos a plena vía de la carretera Sánchez, una de las principales arterias de comunicación entre las provincias del sur. La acción fue en rechazo a la importación masiva de cebolla y para exigir el pago de una deuda que asciende a más de 200 millones de pesos que el Ministerio de Agricultura les debe.
Los agricultores, en su mayoría, lamentaban la difícil situación que atraviesan debido a la invasión de cebolla importada que está afectando el precio de la cebolla criolla, dejándola sin salida en los mercados. Los productores vociferaban con frustración y mostraban los resultados de la difícil cosecha, que no se ha podido vender. “Perdí 9 millones de pesos en esta siembra por las importaciones. No es solo el precio bajo, es que no se está vendiendo la cebolla criolla”, expresó uno de los afectados, visiblemente desesperado.
Los manifestantes recordaron que habían advertido al Ministerio de Agricultura sobre la sobreproducción de cebolla en el país, con alrededor de 25,000 tareas sembradas, pero sus llamados no fueron escuchados. Además, señalaron que los costos de producción son elevados, alcanzando los 55,000 a 60,000 pesos por tarea, mientras que deben vender cada saco de cebolla a 15,500 pesos, lo que les deja en una situación financiera insostenible.
“El costo de producción de un saco de cebolla está por encima de los 15,500 pesos, y ahora se está vendiendo entre 700 y 800 pesos. ¿Por qué esos precios? La respuesta es la cantidad de cebolla importada que hay en el mercado”, comentó otro de los productores. En cuanto al origen de la cebolla importada, los agricultores denunciaron que hay un negocio en el Ministerio de Agricultura, donde se estarían pagando entre 250,000 y 300,000 pesos para importar un contenedor de cebolla, lo que, según ellos, estaría contribuyendo al desplome de los precios y a la crisis en el sector.
Además de la caída de precios, los productores de cebolla reclaman el pago de una deuda de 205 millones de pesos que el Ministerio de Agricultura tiene con ellos desde hace más de dos años. “Estamos en quiebra, año tras año seguimos en esta misma situación. El futuro de los productores es la quiebra inminente”, afirmaron durante la protesta.
Los protestantes le hicieron un llamado al presidente Abinader, pidiendo que intervenga en la situacion que se ha visto multiples familas afectadas por esta situacion que juega con su sustento día a día.



