En un reciente debate sobre el papel de la mujer en la familia y la sociedad, la comunicadora Nilda Alaniz salió en defensa del pastor Ezequiel Molina, quien ha sido objeto de críticas por su enfoque en la enseñanza sobre cómo deben ser las mujeres. Durante una intervención, Alaniz respondió a comentarios de otra comunicadora que cuestionaba la falta de atención del pastor hacia el rol masculino en la lucha contra la violencia de género.
“Déjeme decirle, compañera, que al parecer no hizo su tarea. La batalla de la fe lleva 61 años, y Ezequiel Molina ha sido un faro de luz para la comunidad de fe durante todo ese tiempo”, afirmó Alaniz, destacando la trayectoria del pastor en la promoción de valores familiares y el respeto hacia la mujer.
Alaniz subrayó que Molina no solo ha hablado de las expectativas hacia las mujeres, sino que su mensaje se basa en principios bíblicos que abogan por una buena conducta y un correcto trato hacia todos los miembros de la familia. “No se puede tergiversar lo que Ezequiel Molina ha dicho. Él ha estado hablando durante décadas sobre cómo debe ser la familia y cómo se debe tratar a la mujer”, insistió.
Asimismo, abordó la realidad de muchas mujeres trabajadoras que, a pesar de sus esfuerzos, enfrentan un doble desafío al equilibrar su vida profesional y familiar. “Es cierto que muchas de nosotras trabajamos arduamente, pero al llegar a casa, aún tenemos que ofrecer amor y protección a nuestros hijos. Sin embargo, a veces se delega esa responsabilidad a otros, porque llegamos agotadas”, explicó.
La comunicadora también hizo un llamado a las organizaciones empresariales para que se pronuncien y apoyen a las mujeres en su desarrollo profesional y emprendedor. “¿Dónde están esas asociaciones que defienden a la mujer trabajadora cuando ocurren feminicidios? Es momento de que se levanten y creen espacios para que las mujeres puedan emprender desde casa y no tengan que salir a buscar empleo si no lo desean”, afirmó.
Alaniz concluyó su intervención enfatizando que la lucha por el reconocimiento y el respeto hacia la mujer es una responsabilidad compartida y que es fundamental que todos, hombres y mujeres, se involucren en el cambio social. “El rol de la mujer ha sido forzado en muchos casos, pero debemos trabajar juntos para construir un futuro donde todos tengamos un lugar y un papel respetado en la sociedad”, finalizó.