Venezuela vive hoy un momento histórico de alta incertidumbre política durante la ceremonia de investidura presidencial para el periodo 2025-2031. Nicolás Maduro, quien busca un tercer mandato consecutivo, y Edmundo González Urrutia, líder de la principal coalición opositora, se disputan el poder tras haberse declarado ganadores de las elecciones presidenciales más polémicas de los últimos años.
La juramentación se lleva a cabo en el emblemático Palacio Federal Legislativo, sede del Parlamento unicameral, donde Maduro inicio su juramentacion como tercer mandato. Miles de ciudadanos han tomado las calles de Caracas para manifestarse tanto a favor como en contra de cada uno de los aspirantes, mientras fuerzas de seguridad intentan contener posibles disturbios.
Dos presidentes, una nación dividida
Maduro, en su discurso previo a la ceremonia, afirmó que su reelección representa “la voluntad del pueblo venezolano” y aseguró que continuará con su proyecto de “revolución bolivariana”. Por otro lado, González Urrutia, respaldado por la coalición opositora, denunció irregularidades en el proceso electoral y se proclamó presidente legítimo de Venezuela, prometiendo un gobierno de transición hacia la democracia.
Ambos líderes han llevado a cabo actos simbólicos de juramentación, intensificando la crisis política. Los analistas advierten que esta dualidad presidencial podría generar un vacío de poder con implicaciones para la gobernabilidad del país.
Reacciones internacionales y el papel de las Fuerzas Armadas
La comunidad internacional se encuentra dividida respecto a la situación. Mientras aliados como Rusia y China han reconocido la victoria de Maduro, países de la Unión Europea, Estados Unidos y varios vecinos de la región han mostrado su apoyo a González Urrutia.
Mientras tanto, millones de venezolanos observan con preocupación los acontecimientos, temiendo un posible recrudecimiento de la crisis económica y social que atraviesa el país. Las esperanzas de una solución pacífica y democrática parecen desvanecerse en medio de esta disputa sin precedentes.
El desenlace de esta jornada será crucial para definir el futuro político de Venezuela, una nación que, una vez más, se encuentra en el centro de atención global.