Manuel Cruz compartió su visión sobre el conflicto en torno a la mina Barrick Gold. Cruz expresó que, si bien personal y filosóficamente preferiría que no se explotara ni un metro de tierra en el mundo, reconoció la realidad de los países que dependen de sus recursos naturales para sobrevivir y desarrollarse. Aclaró que el equilibrio entre la explotación y la protección ambiental es clave, destacando que la tecnología actual permite una explotación responsable.
Cruz relató su experiencia en la zona, subrayando las inversiones realizadas en las comunidades y las diferencias entre desalojo y reasentamiento, explicando que este último implica beneficios como becas y reubicación en residenciales. A pesar de la controversia sobre el valor de los terrenos, indicó que se deben encontrar puntos intermedios a través del diálogo.
El exponente también abordó la necesidad de garantizar que los recursos generados por la minería lleguen a las comunidades para su desarrollo, al tiempo que instó a monitorear los impactos ambientales de la minería. Cruz concluyó reafirmando que, aunque las comunidades son propietarias de la tierra, el desarrollo a partir de los recursos naturales es una necesidad para muchos países.



