En un acto desesperado, Mildred Correa, una madre consumida por el dolor y la indignación, llevó este martes los restos de su hija adolescente a la fiscalía del municipio de Higüey, en la provincia La Altagracia. Su propósito: exigir justicia por el asesinato y violación de Yeira Encarnación, su hija de 16 años, un caso que ha permanecido sin respuesta durante diez largos meses.
La tragedia ha conmovido profundamente a la comunidad, especialmente en la región este del país. Entre lágrimas y gritos de indignación, Correa declaró: “Son diez meses que tiene mi hija que fue violada y asesinada y esta fiscalía no me da respuesta… ustedes creen que fue fácil para mí sacar el cuerpo de mi hija y traerlo hasta aquí”.
La mañana de este martes, Mildred llegó a la fiscalía cargando los restos de su hija dentro de una bolsa plástica, los cuales esparció en la recepción del tribunal. Frente a la mirada atónita de empleados y visitantes, expresó: “Yo estoy impotente porque la fiscalía lo que vive es mareándome y yo estoy impotente, si quieren que me maten, que ya yo estoy muerta hace diez meses”.
El estremecedor acto llevó a su inmediata detención por agentes de la Policía Nacional. Mientras tanto, los miembros de la Defensa Civil procedieron a recoger los restos de Yeira, colocándolos nuevamente en bolsas plásticas.
La comunidad local y diversas organizaciones de derechos humanos han expresado su apoyo a Mildred Correa, exigiendo que las autoridades esclarezcan el caso y castiguen a los responsables del atroz crimen. Hasta el momento, no se ha emitido una respuesta oficial por parte de la fiscalía sobre los avances de la investigación.
Este hecho ha reavivado el debate sobre la ineficiencia del sistema judicial y la revictimización de las familias que buscan justicia en República Dominicana. La nación entera se mantiene a la espera de acciones contundentes que pongan fin a esta dolorosa situación.



