Un nuevo estudio de la Universidad de Harvard ha puesto en alerta sobre los efectos negativos que el consumo excesivo de carne roja procesada puede tener en la salud cerebral. La investigación, publicada en la revista Neurology, ha revelado que aquellas personas que consumen grandes cantidades de carne roja, especialmente en su versión procesada (como el beicon, los embutidos y los perritos calientes), tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar demencia a lo largo de 40 años.
Los resultados del estudio muestran que quienes consumen mayores cantidades de estas carnes procesadas tienen un 14% más de riesgo de desarrollar demencia en comparación con aquellos que las ingieren en cantidades mínimas. Este hallazgo se suma a las preocupaciones anteriores sobre la relación de la carne roja procesada con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y ciertos tipos de cáncer.
El Dr. Daniel Wang, quien lideró el estudio, también señala que un cambio en la dieta podría tener efectos beneficiosos. Sustituir la carne roja procesada con fuentes de proteínas más saludables, como nueces, legumbres o pescado, podría reducir el riesgo de demencia en un 20%. De manera específica, cambiar la carne roja por frutos secos o legumbres redujo el riesgo en un 19%, mientras que reemplazarla por pescado contribuyó a una disminución del 28%. Incluso el reemplazo por pollo mostró una reducción del 16% en el riesgo de demencia.
Este estudio refuerza la creciente evidencia sobre los efectos perjudiciales de las carnes procesadas, lo que subraya la importancia de una dieta balanceada para la salud a largo plazo, especialmente en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.



