La comunicadora Erinia Peralta compartió su opinión sobre la reciente tensión diplomática entre Estados Unidos y Colombia, desencadenada por la política de deportaciones del presidente estadounidense Donald Trump. Peralta subrayó que el trato inhumano hacia los deportados, quienes según informes llegaron esposados y bajo condiciones inadecuadas, fue el detonante de la postura firme del presidente colombiano Gustavo Petro.

Peralta señaló que, a diferencia de otros países como Brasil, Colombia optó por un enfoque más confrontativo. Gustavo Petro decidió negar el aterrizaje de aviones con deportados a Colombia, lo que generó una rápida respuesta de EE.UU., quien impuso aranceles y suspendió visas a Colombia. Sin embargo, la comunicadora aclaró que este enfrentamiento resultó en un acuerdo en el que EE.UU. se comprometió a flexibilizar las condiciones de deportación, y Colombia aceptó recibir a los deportados que cumplieran con los acuerdos de extradición.

La experta destacó que, si bien cada país tiene derecho a aplicar sus políticas migratorias, el respeto a los derechos humanos no debe ser negociable. “Lo importante no es si Estados Unidos tiene derecho a deportar, sino que estas deportaciones no violen los derechos humanos, que son un acuerdo global”, afirmó.

Peralta también reflexionó sobre el peligro de los liderazgos populistas y reaccionarios, tanto de izquierda como de derecha, advirtiendo que estos pueden generar tensiones diplomáticas y políticas innecesarias. En su conclusión, destacó que el conflicto entre EE.UU. y Colombia refleja el estilo de diplomacia que predominará en los próximos meses, donde las decisiones tomadas por líderes reaccionarios tendrán un impacto global significativo.

La situación, que también está siendo analizada a nivel económico, será abordada en una reunión extraordinaria de la CELAC en Honduras el 30 de enero, con la participación de Petro, quien buscará alternativas para mitigar las repercusiones de las políticas de EE.UU. en la región.