Santo Domingo Norte sigue viviendo un ambiente de alta tensión en varias comunidades, especialmente entre Villa Mella y Yamasá, debido a las actividades de una banda criminal liderada por un joven de 18 años, conocido como “Andrés de los Santos”. Este individuo, también apodado “Yepa“, ha sido señalado como responsable de al menos cinco homicidios en lo que va del año. La situación ha generado gran alarma en la zona, donde las autoridades continúan su labor para desmantelar la organización.

El jueves y viernes pasados, las clases fueron suspendidas en varias escuelas de la comunidad debido al temor que genera la banda, que ha amenazado a comerciantes y residentes con represalias, especialmente aquellos que han denunciado sus actividades delictivas. Algunos de estos empresarios han relatado cómo eran extorsionados por los miembros de la banda, quienes les cobraban una cuota para poder operar con tranquilidad.

La situación ha dejado a la comunidad aterrada, ya que la violencia mostrada por estos jóvenes, algunos de los cuales no superan los 22 años, ha sido extrema. En uno de los casos más impactantes, “Yepa” habría asesinado a su padre de crianza al descubrir que este estaba planeando entregarlo a las autoridades.

A pesar de la intervención de la Policía Nacional y el Ministerio de Interior y Policía, la población sigue temerosa. Durante una visita de la ministra de Interior, la comunidad expresó su frustración, ya que aunque se realizan operativos, la presencia policial no ha sido suficiente para frenar el accionar de la banda. Además, la zona tradicionalmente tranquila se ha visto sacudida por una violencia que parece estar fuera de control.

Hasta el momento, ocho personas han sido detenidas por su vinculación con los recientes hechos violentos en la zona. Las autoridades siguen buscando a “Yepa”, quien continúa prófugo. Sin embargo, la desconfianza de los residentes hacia las autoridades, sumada al temor por las represalias de la banda, hace que muchos se abstengan de colaborar con las investigaciones.

La comunidad sigue esperando respuestas, mientras las autoridades intensifican sus esfuerzos para garantizar la seguridad y lograr la captura de los responsables de estos crímenes. La violencia de esta banda está dejando una huella difícil de borrar en el corazón de Villa Mella, y la incertidumbre sobre el futuro sigue siendo una constante.