Bajo estrictas medidas de seguridad, el Congreso de los Estados Unidos certificó este martes la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, cumpliendo con lo establecido por la Ley de Recuento Electoral. La sesión, presidida por la vicepresidenta Kamala Harris, marcó un paso clave en el proceso oficial de ratificación del presidente electo.
Durante la sesión conjunta, Harris leyó el recuento de votos del Colegio Electoral, que confirmó el triunfo del candidato republicano con 312 votos frente a los 226 obtenidos por su oponente, el demócrata Cal Jarres. Aunque para muchos esta certificación es considerada una formalidad, su realización representa un acto institucional que valida el resultado electoral y refuerza la transición del poder ejecutivo.
La ceremonia transcurrió sin contratiempos, en medio de un ambiente de alta seguridad debido a las tensiones políticas recientes y la polarización del país. En las afueras del Capitolio, grupos de simpatizantes de ambos partidos se congregaron para expresar su apoyo o descontento con el resultado.
Trump, quien regresa a la Casa Blanca tras un mandato previo, agradeció a sus votantes en un comunicado emitido poco después de la certificación. “Este triunfo pertenece al pueblo estadounidense. Es hora de unirnos y trabajar juntos por el futuro de nuestra gran nación”, declaró.
Por su parte, Cal Jarres aceptó el resultado y reiteró su compromiso con la democracia. “Aunque el desenlace no fue el que esperábamos, respeto la voluntad del pueblo y seguiré luchando por los ideales que nos unen”, señaló el excandidato demócrata.
Con la certificación oficial, Trump iniciará su nuevo mandato el próximo 20 de enero, en una ceremonia de investidura que promete ser una de las más vigiladas de la historia reciente de Estados Unidos.