Manifestaciones, enfrentamientos con la policía y detenciones ciudadanas han sacudido el sector Alas de la Libertad, ubicado en la autopista de San Isidro, Santo Domingo Este. Los residentes, que han vivido en el área por más de 18 años, temen perder sus hogares tras enterarse de que los terrenos donde habitan presuntamente serán subastados en la próxima semana.
La incertidumbre y el temor se intensificaron después de que los medios de comunicación informaron que la venta de los terrenos comenzaría este miércoles. En respuesta, la comunidad salió a las calles para expresar su rechazo y exigir soluciones. Sin embargo, lo que inició como una marcha pacífica derivó en enfrentamientos con las autoridades, quienes, según los manifestantes, actuaron de manera agresiva.
“Nos bombardearon como si fuéramos delincuentes. No somos delincuentes, hicimos una marcha pacífica y ellos nos violentaron desde la noche anterior,” relató un residente. Durante las protestas, hubo reportes de mujeres y niños afectados por gases lacrimógenos, así como personas que necesitaron primeros auxilios debido a las agresiones.
La comunidad también denunció que las autoridades intentaron apresar a un joven del sector, lo que fue impedido por los vecinos. “Esto se puede salir de control, y si se sale de control, lamentablemente la revolución va a empezar por el sector Alas de la Libertad. Una ofensa contra uno es una ofensa contra todos,” advirtió un líder comunitario.
Los residentes aseguran que están dispuestos a negociar y pagar un precio justo por los terrenos, argumentando que no son invasores ni delincuentes. “Nosotros le hemos dicho al presidente de la República y al director de Bienes Nacionales que, si entienden que debemos comprar de nuevo lo que adquirimos de la familia Vá, estamos en las mejores condiciones de hacerlo,” expresó otro vecino.
El sector Alas de la Libertad, ubicado en una zona de alta demanda en Santo Domingo Este, ha despertado el interés de lo que los comunitarios llaman “manos ocultas” que estarían detrás del desalojo. Ante esta situación, los residentes hacen un llamado urgente al presidente de la República para que intervenga y brinde una solución que garantice sus derechos y la estabilidad de sus familias.
“Señor presidente, queremos solución. Aquí no se va a dormir ni a descansar en paz hasta que nuestras demandas sean escuchadas,” concluyeron los manifestantes, quienes aseguran que continuarán luchando hasta obtener una respuesta satisfactoria de las autoridades.



