El comunicador Manuel Cruz aborda un tema recurrente en el ámbito de la seguridad nacional: la asignación excesiva de agentes de seguridad a oficiales retirados y figuras públicas que, en muchos casos, no justifican tal medida. Cruz comienza expresando su respeto hacia los miembros activos de la Policía Nacional, pero cuestiona la asignación desproporcionada de recursos a oficiales retirados y personalidades que, aunque ocupan posiciones relevantes en el pasado, no requieren la misma seguridad continua.
Cruz reflexiona sobre la presencia de miles de agentes dedicados exclusivamente a la protección de estas figuras, a menudo excediendo los límites establecidos por la ley. Según la ley 590-16, los agentes de seguridad asignados a oficiales retirados no deben ser más de tres, sin embargo, la realidad es otra. Algunos oficiales cuentan con más de 10 policías asignados para su protección personal.
El comunicador critica esta situación como un despilfarro innecesario de recursos públicos, especialmente en un país donde se discuten reformas fiscales y un manejo más transparente del gasto público. También enfatiza que los ciudadanos, quienes financian estas medidas a través de impuestos, merecen una mayor prioridad en términos de seguridad pública general.
Además, insta a una revisión profunda de estas prácticas, cuestionando la eficacia y justicia en la asignación de seguridad a aquellos que, en muchos casos, no justifican tal protección. Finalmente, llama a los responsables políticos a tomar medidas que garanticen un uso más equilibrado de los recursos para la seguridad, enfocándose en la protección adecuada para aquellos que verdaderamente lo necesiten.