La comunicadora Altagracia Salazar analizó hoy en su programa Sin Maquillaje los retos y contradicciones de la política dominicana, abordando temas como el populismo, la apatía ciudadana y la falta de avances legislativos clave.
En su intervención, Salazar destacó cómo la reciente decisión del Tribunal Constitucional, que permite las candidaturas independientes en todos los niveles de elección, ha desatado controversia entre los partidos políticos tradicionales. Según Salazar, los principales detractores expresan temores sobre el financiamiento ilícito y el populismo, a pesar de que el sistema político actual ya enfrenta severas críticas por su falta de credibilidad.
“La política dominicana se ha convertido en un espectáculo populista, con diputados y alcaldes repartiendo comida y licor mientras bailan con abuelas y abrazan niños para las cámaras”, expresó Salazar. Señaló que, mientras esto ocurre, leyes fundamentales como el Código Penal, la Ley de Seguridad Social y la Ley de Participación Ciudadana permanecen estancadas en el Congreso.
La comunicadora también cuestionó el acceso de la población a la información. Según la Encuesta Nacional de Consumo Cultural, el 69% de los dominicanos obtiene noticias a través de redes sociales, donde predominan contenidos falsos o sin verificar. Salazar advirtió que esta tendencia, sumada a la banalización del debate político, crea un caldo de cultivo para discursos populistas que atraen especialmente a los jóvenes.
Un ejemplo reciente es el caso del exalcalde y actual ministro de Turismo, David Collado, quien, según Salazar, ha gastado millones en publicidad para mantener su imagen positiva. Sin embargo, un incidente menor —una expresión espontánea en público— fue más viral que cualquier estrategia de comunicación costosa, mostrando cómo el populismo mediático domina la narrativa política.
Finalmente, Salazar reflexionó sobre la necesidad de reformas profundas y el papel de las candidaturas independientes como una posible vía para revitalizar la política nacional. Sin embargo, enfatizó que, sin un cambio en la calidad del debate público y en la educación política de los ciudadanos, el panorama seguirá siendo incierto.