El comunicador Kalil Michel, en su participación en el programa El Gobierno de la Mañana, lanzó una contundente advertencia al gobierno del presidente Luis Abinader: “Si el gobierno tolera el asedio de la oposición sin reaccionar, estaría cooperando con ellos.”
Michel analizó los retos actuales que enfrenta el gobierno, destacando lo que denominó “tres frentes de asedio” por parte de la oposición: el desinformativo, el frontal y el auto-asedio.
Michel denunció la proliferación de noticias falsas dirigidas a desacreditar a funcionarios clave, como el Ministro de la Vivienda, Carlos Bonilla, a quien calificó como “serio y eficiente”. Señaló que la estrategia de desinformación busca generar dudas y restar credibilidad a las gestiones gubernamentales.
Asimismo, destacó las críticas dirigidas al programa del Bono Navideño, una iniciativa que calificó como “extraordinaria” por su alcance. Michel consideró exageradas las acusaciones de colapsos en la plataforma digital y la aparición de nombres como los de Danilo Medina y Leonel Fernández en el registro, recordando que estos no implican beneficios indebidos ni corrupción.
Finalmente, Michel señaló que la sobreexposición del presidente y su equipo de gobierno puede estar diluyendo el impacto de sus buenas acciones. Ejemplificó esto con el reciente mensaje navideño de Abinader, que, según el comunicador, no tuvo el impacto esperado debido a la saturación mediática de otras actividades oficiales en las horas siguientes.
El desafío de la acción gubernamental
Michel instó al gobierno a tomar medidas proactivas para contrarrestar los ataques, advirtiendo que la pasividad podría interpretarse como complicidad con los objetivos de la oposición. Parafraseando a Martin Luther King Jr., recordó que “quien tolera el mal sin protestar, coopera con él.”
“La oposición está activada y organizada. Si el gobierno no reacciona, pierde la oportunidad de defender sus logros y deja que el descontento sea capitalizado por sus adversarios,” concluyó Michel.
Este llamado a la reflexión llega en un momento crucial para el gobierno de Abinader, que enfrenta no solo un panorama político complejo, sino también la presión de mantener su popularidad ante una oposición que, según Michel, está mejor posicionada que nunca para competir en las elecciones venideras.