La comunicadora Altagracia Salazar encendió el debate nacional al exponer las grietas profundas en el sistema judicial de República Dominicana, destacando un caso que refleja la impunidad y desigualdad de género que marcan al país. Durante su programa diario, Salazar relató con indignación el caso de un hombre condenado a solo 20 años de prisión por violar, embarazar y obligar a abortar a su hija de 11 años. Esta sentencia, según Salazar, simboliza la doble victimización que enfrentan las mujeres y niñas en el sistema legal dominicano.
La comunicadora subrayó que las leyes nacionales imponen penas severas para el aborto, incluso en casos en los que la vida de la mujer está en peligro, mientras que los abusadores sexuales reciben castigos comparativamente ligeros. En palabras de Salazar, “las leyes dominicanas actúan específicamente en contra de las mujeres y niñas”. Este caso ejemplifica cómo el sistema legal protege más a los agresores que a las víctimas.
República Dominicana es uno de los pocos países de América Latina que prohíbe el aborto en todas sus formas, incluso en casos de violación, incesto o inviabilidad del feto. Según Salazar, estas restricciones han llevado a que la principal causa de muerte materna en el país sea el aborto en condiciones inseguras. “Aquí una mujer debe morir para prevalecer un feto, aunque este sea inviable”, afirmó.
Además, los datos revelan un panorama desolador: seis de cada diez niñas han sido víctimas de agresión sexual, y los casos de incesto son los más comunes en los tribunales. A pesar de estas cifras, la justicia muchas veces culpa a las propias víctimas por los delitos que sufren, perpetuando una cultura de violencia y desprotección.
Indignación y llamada a la acción; El caso que Salazar destacó muestra cómo, a menudo, las sentencias no alcanzan la pena máxima que permiten las leyes. Incluso con pruebas contundentes y circunstancias agravantes, el sistema parece más dispuesto a brindar segundas oportunidades a los agresores que a garantizar justicia para las víctimas.
Salazar también denunció la hipocresía de quienes se autoproclaman “defensores de la vida”, pero ignoran las realidades de las mujeres y niñas que enfrentan violencia y desamparo. “En este país deberían prohibir que demos a luz a niñas para que todos estén contentos”, ironizó con tristeza.
Con un tono de urgencia, la periodista hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad para enfrentar estas injusticias estructurales. “Respiren hondo y piensen en el nivel de inequidad que vivimos las mujeres en esta sociedad”.
El caso de la niña de 11 años y otros similares exigen no solo reflexión, sino acción inmediata para reformar las leyes, proteger a las víctimas y garantizar que la justicia actúe con firmeza contra los agresores. La República Dominicana enfrenta un reto crítico: decidir si continuará perpetuando la impunidad o si dará pasos hacia una justicia verdadera y equitativa.