En las últimas horas, un video ha desatado preocupación y terror en redes sociales, al relatar la experiencia de una madre que asegura haber descubierto que su hijo estaba siendo influenciado negativamente por una serie llamada Doofy the Dragon, supuestamente disponible en YouTube Kids. Según el testimonio, el niño desarrolló pensamientos oscuros tras consumir este contenido, llegando a creer que “desvivir a su familia y a sí mismo” era la única forma de alcanzar la felicidad, como supuestamente lo sugería el personaje principal de la serie.

La madre, profundamente alarmada, comenzó a investigar y descubrió que Doofy the Dragon, que aparentaba ser una serie infantil con un dragón verde como protagonista, transmitía mensajes perturbadores, incluyendo métodos de autolesión y daño hacia otros. Este testimonio generó un aluvión de reacciones en redes sociales, con creadores de contenido en plataformas como YouTube y TikTok difundiendo la historia y alertando sobre el supuesto peligro.

¿Qué es realmente Doofy the Dragon?

Una investigación más profunda revela que Doofy the Dragon no es una serie autónoma, sino un programa ficticio que aparece dentro del canal de contenido para adultos SML (SuperMarioLogan). Este canal, conocido por su humor negro y marionetas, no está dirigido a un público infantil, a pesar de usar personajes caricaturescos.

En el contexto de SML, Doofy the Dragon es un personaje que satiriza programas infantiles, mostrando situaciones extremas y absurdas que terminan con autolesiones ficticias. La serie ficticia había dejado de aparecer frecuentemente en el canal debido a críticas previas, pero algunos de sus segmentos fueron aislados y compartidos fuera de contexto, lo que pudo haber llevado a confusiones.

La polémica también destaca un error recurrente en YouTube: la clasificación inadecuada de contenido para niños. Algunos videos que no están destinados al público infantil son marcados erróneamente como aptos, lo que permite que aparezcan en plataformas como YouTube Kids. Expertos señalan que este problema no es nuevo y que la moderación de contenido automatizada no siempre es infalible.

La responsabilidad de los padres y plataformas

Especialistas en seguridad digital instan a los padres a monitorear constantemente el contenido que consumen sus hijos, incluso en plataformas diseñadas para ser “seguras”. También se recomienda establecer límites claros sobre el uso de redes sociales y fomentar un entorno donde los niños puedan hablar abiertamente sobre lo que ven en internet.

Por su parte, plataformas como YouTube han enfrentado críticas por no reforzar sus filtros y permitir que contenido inapropiado se cuele en espacios para menores. La controversia resalta la necesidad de políticas más estrictas y mejores herramientas de supervisión.