El artista Daddy Yankee, cuyo nombre real es Ramón Ayala, y su esposa Mirredy González se vieron cara a cara este lunes en una audiencia judicial celebrada en el Tribunal de San Juan. La sesión, que se extendió por varias horas, estuvo marcada por momentos tensos y acuerdos importantes relacionados con la administración de bienes y cuentas corporativas compartidas.
Daddy Yankee, vestido de negro, y González, con ropa de tonos claros, llegaron temprano al tribunal sin emitir comentarios. El caso gira en torno a presuntas transferencias no autorizadas de cuentas corporativas del artista por un valor de 100 millones de dólares, en medio de su reciente anuncio de separación tras casi 30 años de matrimonio y dos hijos en común.
Durante la audiencia, los abogados de ambas partes discutieron diversos reclamos y alcanzaron los siguientes acuerdos:
Al salir de la sala, Daddy Yankee expresó su satisfacción con el proceso y pidió respeto hacia la madre de sus hijos: “He llevado este proceso con paz, tranquilidad y respeto. Les pido que también respeten a la señora González en este momento delicado.”
Por su parte, Mirredy González permaneció acompañada de su hija, mientras que Daddy Yankee estuvo junto a su hijo. A pesar de la cercanía, los hermanos no cruzaron palabras ni miradas durante los recesos. González no ofreció declaraciones a la prensa al concluir la audiencia.
El próximo paso será una reunión programada para el 26 de diciembre, donde se definirán los últimos detalles de los acuerdos alcanzados. Mientras tanto, la atención pública permanece en el desarrollo de este caso que combina lo legal y lo personal, impactando a una de las figuras más influyentes de la música urbana.