La presunta violación de una niña de 13 años por parte de dos profesores ha conmocionado a la comunidad de La Siria, en San Pedro de Macorís, causando protestas y la suspensión de clases en la escuela básica local. Las acusaciones también apuntan a una supuesta complicidad de las autoridades educativas, quienes habrían intentado ocultar los hechos.
Los residentes, en su mayoría recluidos en sus hogares, susurran sobre lo sucedido, mientras que la escuela permanece cerrada con candados. “Como padres, tenemos miedo de enviar a nuestras hijas a la escuela, no queremos que esto le pase a otra niña”, comentó un miembro de la comunidad.
Los padres de la víctima han solicitado que todos los involucrados sean excluidos del sistema educativo para impedir que se repitan estos actos. La estudiante, cuyo nombre se omite por razones de seguridad, reveló que era acosada constantemente y obligada a practicar sexo oral en los baños de la escuela y en la iglesia. La menor fue amenazada para que guardara silencio sobre las agresiones.
La comunidad ha tomado medidas drásticas, amenazando con intensificar las protestas en caso de que las autoridades no actúen. “No solo estamos dispuestos a salir a las calles, sino también a paralizar la avenida principal hasta que se haga justicia”, afirmaron los líderes comunitarios.
Mientras tanto, la niña recibe tratamiento especializado por los daños emocionales y físicos sufridos, mientras que los presuntos agresores permanecen en libertad, lo que ha aumentado la tensión y el miedo en el vecindario.
La situación continúa en desarrollo, y las autoridades se enfrentan a la presión de la comunidad que clama justicia. Las clases están suspendidas indefinidamente, generando un vacío educativo que afecta a numerosos estudiantes. Esta trágica historia resalta la necesidad urgente de medidas para proteger a los menores en entornos educativos y garantizar su bienestar.