La fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, informó esta semana que la tasa de homicidios en el país ha alcanzado un nivel históricamente bajo, lo que representa un avance significativo en la seguridad ciudadana. En una entrevista en “Hoy Mismo”, la magistrada detalló que la tasa actual se ubica en 5.9 homicidios por cada 100,000 habitantes en el Distrito Nacional, mientras que a nivel nacional el promedio es de 7.6, una de las cifras más bajas en la última década.
“Estamos comprometidos en reducir la tasa de homicidios a un dígito y que cada vez menos familias tengan que enfrentar una pérdida por este tipo de hechos violentos”, expresó Ramos. La fiscal atribuyó estos avances a los esfuerzos de la Fiscalía en colaborar de cerca con las comunidades y al enfoque en la prevención de conflictos sociales. Como parte de este trabajo, se ha fortalecido el vínculo con líderes comunitarios y se han implementado programas de sensibilización en instituciones educativas y espacios públicos para promover la paz social.
Además de la reducción de homicidios, Ramos abordó los desafíos que enfrenta la Fiscalía, entre ellos, el incremento en casos de robos y feminicidios, delitos que han requerido un enfoque especial. “El robo es un reto difícil de controlar, y los feminicidios son otra preocupación crítica, pues la mayoría de estos casos no habían sido denunciados antes. Aún tenemos una gran tarea en concienciar sobre la importancia de reportar estos hechos”, señaló la fiscal, quien también destacó la necesidad de mejorar la educación y sensibilización sobre la violencia en todos los niveles.
La fiscal también expuso el déficit de personal que afecta a la Fiscalía, el cual alcanza los 85 profesionales, incluyendo 35 fiscales y alrededor de 50 administrativos. Este déficit afecta directamente las operaciones y la cobertura de la institución. “Hace una década, el departamento de persecución contra las drogas contaba con siete fiscales. Hoy, trabajamos con tres, lo que dificulta cumplir con todas las demandas de seguridad”, explicó Ramos, aludiendo a la falta de personal como un obstáculo para continuar disminuyendo los índices de criminalidad.
Finalmente, Ramos abogó por una reforma en el sistema de pensiones para los fiscales, quienes, según ella, deberían contar con beneficios adicionales debido al desgaste que supone enfrentar delitos de alta gravedad a lo largo de los años.
“Tenemos un compromiso con la seguridad y paz de nuestra comunidad, y pese a los desafíos, continuaremos trabajando para reducir la criminalidad y construir un entorno seguro para todos”, concluyó Ramos.