Luego del cierre de más de 45 bancas de lotería pertenecientes al Consorcio La Primera, ordenado por el Ministerio de Hacienda, el propietario Fernando Cruz expresó su indignación y rechazo ante la medida. Según Cruz, esta acción representa un atropello sin precedentes tanto para su empresa como para la seguridad laboral de sus empleados, sugiriendo que podría tratarse de un ataque personal, ya que asegura operar conforme a la normativa exigida por el ministerio.

El empresario señaló que cuenta con la documentación necesaria que acredita la legalidad de sus operaciones, y se mostró desconcertado ante el proceder de las autoridades. En su declaración, hizo hincapié en el impacto que esta decisión tiene sobre los trabajadores de la empresa, calificando la medida como un acto injusto e injustificado.

Por su parte, el Ministerio de Hacienda argumenta que el Consorcio La Primera presenta irregularidades en sus operaciones, aunque no ha ofrecido mayores detalles sobre la naturaleza de estas posibles violaciones.