Una comunidad en Arizona se encuentra conmocionada tras el brutal asesinato de Teresa De Jesús Cruz Rubio, de 49 años, quien fue decapitada y apuñalada repetidamente por su hijo, Alejandro David González, de 25 años, el pasado 28 de septiembre. El macabro crimen ocurrió en la vivienda de la víctima, luego de que la familia se alarmara porque no se presentó a una fiesta sorpresa de cumpleaños organizada en su honor.
Según reportes policiales, el cuerpo de Cruz Rubio fue encontrado en su hogar, cubierto por una sábana, con múltiples puñaladas en el abdomen, pecho y brazos. La hermana de la víctima realizó una llamada al 911 después de descubrir la espantosa escena, en la que había rastros de sangre por toda la casa.
González, quien fue liberado de prisión solo 24 horas antes del asesinato, había robado el automóvil de su madre tras el crimen. El vehículo fue localizado el sábado, cuando la policía detuvo al sospechoso. Las autoridades informaron que el arma utilizada fue un cuchillo de cocina.
Vecinos de Cruz Rubio describieron el incidente como una tragedia y expresaron su asombro al conocer los detalles del crimen. Una residente del área recordó cómo la policía había tocado su puerta la madrugada del viernes para investigar el caso.
El informe de las autoridades destacó que González sufría problemas mentales y, al parecer, sufre de adicción a las drogas. “Este tipo de tragedias podrían prevenirse con una atención adecuada y oportuna”, señaló un experto en salud mental que comentó sobre el caso.
Alejandro David González enfrenta cargos de asesinato y robo, mientras permanece bajo custodia policial en espera de juicio. La comunidad de Glendale sigue procesando el impacto de este crimen, mientras las autoridades continúan con la investigación.