En una reciente entrevista en el programa El Despertador, el economista Isidoro Santana, exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, se refirió a la propuesta del gobierno sobre la fusión de distintos ministerios y su relación con una inminente reforma fiscal. Santana compartió sus preocupaciones sobre la eficacia real de estas medidas en el contexto de la administración pública dominicana.
Santana argumentó que la iniciativa de fusionar ministerios, como el de Educación y el de Educación Superior, así como el de Economía, Planificación y Desarrollo con el Ministerio de Hacienda, parece más un ejercicio de relaciones públicas que una solución efectiva a los problemas de gestión. “La racionalización de los recursos públicos es necesaria, sí, pero no necesariamente a través de la simple fusión de instituciones. La historia muestra que no es en crear ministerios donde se resuelven los problemas”, expresó.
Una de sus principales preocupaciones es la efectividad de la administración pública. Según Santana, aunque podría haber beneficios lógicos al fusionar ciertos ministerios por la interconexión de sus funciones, esto no garantiza mejoras en la eficiencia. Añadió que la República Dominicana tiene una carga tributaria baja comparada con otros países de la región, lo que dificulta la provisión adecuada de servicios públicos esenciales.
En relación con la reforma fiscal que el presidente Luis Abinader planea presentar, Santana cuestionó la posibilidad de implementarla sin alterar las estructuras actuales de exoneraciones fiscales. “Todos los sectores buscan ser considerados intocables, y eso complica la discusión sobre quién debe contribuir”, indicó. Además, resaltó la dificultad de ampliar la base imponible en un país donde más de la mitad de la economía es informal, destacando que las reformas fiscales deben ir acompañadas por un fortalecimiento de las administraciones tributarias.
Santana concluyó mencionando que cualquier reforma que no comience por eliminar o fiscalizar las exoneraciones fiscales probablemente sea simbólica. “La estrategia debe enfocarse en quienes no están contribuyendo y en la necesidad de asegurar que aquellos que sí lo hacen no carguen el peso solo”, afirmó.
De esta forma, el economista subrayó que la reforma fiscal no solo es un necesario ajuste financiero, sino también una oportunidad para discutir y reformular la relación entre el Estado y el contribuyente, en función de construir un sistema más justo y equitativo.