La coliflor, una verdura que puede generar amores y odios en la mesa, es un tesoro nutricional que no deberíamos pasar por alto. Desde servirla como crema hasta incorporarla en salsas o gratinados, la versatilidad de la coliflor en la cocina es innegable. Pero más allá de su sabor, sus beneficios para la salud son notablemente importantes.

Según el Índice de Densidad de Nutrientes Agregados (ANDI), la coliflor se encuentra entre los 20 alimentos más densos en nutrientes por gramo. Esto significa que es una poderosa fuente de nutrientes esenciales para nuestro organismo.

En una dieta basada en vegetales que incluya la coliflor, podemos disfrutar de diversos beneficios para nuestra salud. En primer lugar, se ha demostrado que la coliflor, al igual que otros miembros de la familia de las crucíferas, ayuda a prevenir el desarrollo de mutaciones celulares, gracias a su poder antioxidante. El sulforafano, presente en estas verduras, es particularmente eficaz en la lucha contra el cáncer.

Además, la coliflor es una aliada para una digestión saludable. Con su alto contenido en fibra y agua, ayuda a prevenir el estreñimiento y a mantener el correcto funcionamiento de nuestro sistema digestivo. No es de sorprender que sea una de las verduras más ricas en fibra, proporcionando aproximadamente el 10% de nuestras necesidades diarias de fibra en solo 100 gramos.

 

Sin embargo, en algunos países, la coliflor ha encontrado un uso inusual, pero delicioso que a todos les encanta: el “Helado de Coliflor”. En Nueva Zelanda, un proyecto llamado EatKinda está revolucionando el mundo de los helados al elaborar esta alternativa sorprendente y, por cierto, muy deliciosa. Este helado no solo es una opción deliciosa, sino que también es sostenible y está libre de ingredientes de origen animal.

 

Por último, pero no menos importante, consumir regularmente coliflor puede mejorar nuestra función cognitiva. La coliflor es una fuente de colina, un nutriente vital para la estimulación del movimiento muscular, lo que a su vez mejora el sueño, el aprendizaje y la memoria. Incorporar la coliflor en nuestra dieta puede ser una estrategia inteligente para mejorar nuestra salud general y nuestro bienestar cognitivo.