El monumento en honor a los héroes del 30 de mayo fue el escenario de una emotiva ceremonia en la que autoridades y familiares rindieron homenaje a los hombres que, hace 63 años, pusieron fin a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

En un discurso cargado de recuerdos y reflexiones, se destacó que aunque algunos intentan argumentar que hubo aspectos positivos durante la dictadura, estos pocos beneficios se limitaban a Trujillo y su círculo cercano. “Ninguna cosa buena es justificable sobre la base del terror y del crimen de estado”, subrayó uno de los oradores.

La ceremonia conmemoró el sacrificio de los 19 hombres que, el 30 de mayo de 1961, decidieron arriesgarlo todo para eliminar a Trujillo y así poner fin a 31 años de un régimen sangriento. “Valió la pena lo que hoy disfrutamos. Sin el 30 de mayo, hoy no habría libertad. Comenzando por ustedes, la prensa”, afirmaron, resaltando la importancia de la libertad de expresión conseguida gracias al valiente acto de estos héroes.

Entre los asistentes, el doctor José Joaquín Puello, quien tenía apenas 19 años en ese entonces, recordó la histórica noche del 30 de mayo. Relató cómo recibió en su consultorio a Huáscar Antonio Tejeda Pimentel, herido en la balacera que acabó con la vida del dictador. “Marel lo llevó junto con el doctor Bienvenido García y el doctor Barrera, un anestesiólogo. Y su frase fue: ‘Acabamos de matar a Trujillo’. Usted sintió cuando cenó. No digan nada porque para mañana a las 6 de la mañana estarán todos fusilados”, narró Puello.

Al acto también asistieron la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, y Milagros Ortiz Bosch, de la Comisión de Ética del Gobierno. Ortiz Bosch destacó la importancia de educar a las nuevas generaciones sobre los sacrificios hechos por la democracia. “Este acto es un hermoso recordatorio de héroes reales de una patria en un momento muy difícil”, afirmó.

Los familiares directos de los héroes del 30 de mayo aprovecharon la ocasión para hacer un llamado al sistema partidario, instándolos a cuidar la democracia que tanta sangre ha costado a muchos dominicanos. “Los que más quieren la democracia en este país saben que es un proceso educativo”, señalaron, enfatizando la importancia de preservar y honrar el legado de estos valientes hombres.

El acto concluyó con un sentido homenaje y la reafirmación del compromiso de seguir luchando por una República Dominicana libre y democrática, en memoria de aquellos que dieron su vida por la libertad.