Tras una larga investigación, las autoridades han revelado la existencia de una compleja red de narcofamilias que ha dominado el tráfico de cocaína desde Sudamérica durante las últimas dos décadas. Con conexiones tanto a nivel nacional como con importantes carteles colombianos, estas familias han tejido una red de operaciones que ha permeado diversas provincias del sur del país.

La solicitud de medidas de coerción presentada por el Ministerio Público como parte de la Operación Caimán, detalla la magnitud de esta red, identificando a los grupos más prominentes involucrados en el narcotráfico. Entre ellos se encuentran Los Florián, Los Gloria, Los Cuevas y Los Feliz, cuyas actividades coordinaban redes de transporte, logística y ejecución de operaciones transnacionales de narcotráfico por vía marítima.

Uno de los principales cabecillas identificados por las autoridades es Malbin Martínez Feliz, quien dirigía una organización operativa desde Santa Cruz de Barahona hasta Bahoruco, con miembros destacados como Geise Feliz Pérez, Zequiel Feliz Feliz y Florangel Feliz Moreta.

Otro grupo clave era dirigido por Wilkins Joel Cuevas Ferreras, con integrantes como Wilmer Joel Cuevas Florián, Wellington Ford Garo, Lionny Sepúlveda Feliz y Humberto Báez.

La detención de Gloria Cuevas y sus hijos, Elson y Carlos Cuevas, reveló una estructura familiar más profunda, con actividades que se extendían más allá de las fronteras nacionales, como el supuesto secuestro de Carlos en Colombia por un presunto robo de mercancía, según detalles de llamadas interceptadas.

Las acciones criminales de narcotráfico se extendían a lo largo de las costas de Barahona hasta Pedernales, lideradas por grupos como Las Santas, encabezados por Rishard Feliz y los hermanos Enmanuel, Richardo y Juan Carlos Feliz Ferreras, así como José Franco y Leidy Ledesma.

La solicitud de medida también menciona otras familias involucradas, como los Che, compuestos por Andry y Juan Carlos Guevara, y los Flores, integrados por Onassis Cuevas Florián y Benny Ariel Florián Feliz.

Aunque la operación logró desmantelar parte de estas organizaciones, con la detención de 37 personas, solo 10 serán juzgadas inicialmente por la oficina de atención permanente de Barahona este viernes. Sin embargo, se espera que este sea solo el primer paso en el combate contra el narcotráfico y la desarticulación de estas peligrosas redes criminales que han operado impunemente durante décadas.