La agencia climática de la ONU ha lanzado una “alerta roja” sobre el calentamiento global, advirtiendo que la Tierra está pidiendo ayuda de manera urgente.

Los informes muestran aumentos sin precedentes en los niveles de gases de efecto invernadero, así como un aumento significativo en las temperaturas tanto en la tierra como en el agua. El derretimiento de glaciares y hielos marinos también se ha acelerado, lo que subraya la gravedad de la situación.

A pesar de los esfuerzos mundiales por revertir esta tendencia, los especialistas advierten que han sido insuficientes para abordar el problema de manera efectiva.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha agravado los temores al sugerir que la meta climática crucial de limitar el calentamiento a no más de 1,5 °C (2,7 °F) con respecto a los niveles preindustriales está en peligro.

La contaminación derivada de los combustibles fósiles se señala como uno de los principales impulsores del caos climático que estamos presenciando. Los nuevos hallazgos de la OMM, incluidos en un único informe, pintan un panorama especialmente sombrío de la situación.

A medida que la crisis climática continúa intensificándose, la llamada a la acción se vuelve más urgente que nunca. La comunidad internacional debe unirse en un esfuerzo concertado para abordar esta crisis y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.