Investigadores del Instituto de la Grasa, en colaboración con el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, han anunciado un avance prometedor en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y posiblemente del Alzheimer. Según sus estudios, las hojas de olivo contienen una cantidad extraordinaria de ácido oleanólico, un compuesto que podría ser fundamental en la prevención y tratamiento de estas enfermedades.

El ácido oleanólico, que se encuentra en el aceite de orujo de oliva, ha mostrado resultados alentadores en investigaciones de laboratorio. Ahora, el equipo dirigido por el Dr. Javier Sánchez Perona se prepara para iniciar pruebas en humanos en coordinación con el hospital Virgen del Rocío.

Durante un año, pacientes con diabetes tipo 2 recibirán un aceite de oliva enriquecido con ácido oleanólico. Este estudio, financiado por la Agencia Estatal de Investigación y con el respaldo de la empresa Acesur, tiene como objetivo determinar si este compuesto puede reducir la necesidad de tratamiento farmacológico.

El Dr. Sánchez Perona destaca la importancia de abordar las enfermedades a través de la dieta, en lugar de depender exclusivamente de medicamentos. Este enfoque se basa en hallazgos previos, como el Estudio Prediabole de 2019, que demostró que el consumo de aceite de oliva rico en oleanólico reducía significativamente el riesgo de desarrollar diabetes en personas prediabéticas.

El nuevo estudio, denominado OLTRAD, es pionero en el mundo y busca determinar si el ácido oleanólico puede contribuir al tratamiento de la diabetes en pacientes ya diagnosticados. Si los resultados son positivos, este descubrimiento podría abrir nuevas vías para el manejo de enfermedades metabólicas como la diabetes, y potencialmente para condiciones neurodegenerativas como el Alzheimer.

Este avance representa un paso significativo hacia tratamientos más naturales y efectivos para enfermedades crónicas que afectan a millones de personas en todo el mundo. La comunidad científica espera con optimismo los resultados de estas pruebas clínicas, que podrían cambiar radicalmente el panorama de la salud pública.