La tranquila comunidad de Castañuela se vio sacudida por un acto de violencia ese martes por la noche, cuando dos jóvenes resultaron heridos por disparos en sus piernas, en un presunto ataque perpetrado por  supuesto dueño de un punto de droga.

La madre de uno de los heridos, visiblemente consternada, defendió a su hijo, describiéndolo como un joven trabajador, que se dedica a prestamista, no vinculado a actividades ilícitas. Sin embargo, apuntó directamente a dos individuos conocidos como “Calisto y el Calvo” como los responsables del ataque.

“Mi hijo no se dedica a nada malo, es un muchacho trabajador”, afirmó la mujer, agregando que “se le va a acabar eso”, refiriéndose a la violencia perpetrada por estos individuos.

 

La madre de uno de los heridos también denunció una supuesta negligencia durante el traslado en ambulancia de los jóvenes heridos, alegando que no había una enfermera asistiéndoles y culpando nuevamente a “Calisto y el Calvo” por la situación.

Violencia en República Dominicana

La Inseguridad Ciudadana, en muchos países de América Latina, constituye un tema de gran preocupación. Ya que la violencia, en sus diferentes modalidades, ha experimentado un notable incremento en muchas naciones latinoamericanas.

Generando lo que se denomina la “epidemia del presente siglo”. Nuestro país no escapa a esta situación tan acuciante, que merece la atención de los diferentes sectores de la sociedad. En República Dominicana, como en la mayoría de los países de América Latina y del Caribe, la violencia, la delincuencia e inseguridad ciudadana, por la magnitud que han alcanzado, son asuntos importantes en la agenda de discusión nacional.

República Dominicana es el quinto país de la región con los niveles más bajos de homicidios.

Lo que logra una tasa de 11.1 por cada 100 mil habitantes, lo cual la ubica en una posición muy por debajo del promedio regional, el cual es de 20.4 homicidios por cada 100 mil habitantes. Por encima de República Dominicana solo están Chile con una tasa de 3.6, Nicaragua 5.7, Paraguay 7.4 y Uruguay 8.5. Así lo establecen los informes oficiales de las policías de esos países y sus respectivos registros oficiales.