En un acto sin precedentes, el sacerdote Isidro Ceballos, de la comunidad de Sabana Grande, en el municipio de Cevicos, decidió crucificarse en una impactante protesta para llamar la atención de las autoridades sobre el lamentable estado de las calles en esa zona rural.
El Padre Ceballos, acompañado por una multitud de católicos, llevó a cabo un viacrucis para dramatizar su desesperada demanda por el arreglo de la carretera principal y los caminos vecinales. Según sus palabras, la comunidad lleva más de 50 años padeciendo esta problemática, sin recibir respuesta alguna de las autoridades.
“Estoy acompañando a Jesús, un poquito y acompañando a esa gente que tiene más de 50 años pidiendo esta carretera”, expresó el sacerdote Ceballos durante la protesta.
Los manifestantes han elevado su clamor en busca de ser escuchados por las administraciones gubernamentales. Se sienten olvidados y marginados, mientras que su zona agrícola y ganadera se ve amenazada por la falta de accesibilidad vial.
“Hemos luchado por nuestra carretera y nadie nos hace caso. Esto es una calamidad”, afirmó uno de los residentes afectados.
La carretera principal en Sabana Grande, que tiene una extensión de aproximadamente 7 kilómetros, se ha vuelto prácticamente intransitable, mientras que los caminos vecinales están en condiciones paupérrimas.
Ante la falta de soluciones por parte de las autoridades, los manifestantes advirtieron que están dispuestos a tomar medidas drásticas para reclamar su derecho a una infraestructura vial adecuada.
En medio de esta situación, los residentes y los productores agrícolas y ganaderos se ven obligados a recurrir a métodos alternativos de transporte, como el uso de caballos, para poder trasladarse y sacar adelante sus productos en condiciones tan precarias.
La protesta del Padre Ceballos ha generado una ola de solidaridad en la comunidad, mientras que las autoridades locales se ven presionadas a tomar medidas urgentes para abordar esta problemática que afecta la calidad de vida de los habitantes de Sabana Grande.