La Dirección de Servicios a Emergencias Extrahospitalaria (DAEH) ha tomado medidas drásticas luego de un incidente que ha conmocionado a la comunidad de Higüey. Dos paramédicos han sido suspendidos tras negar auxilio a un joven accidentado, desatando una ola de críticas y controversias en torno a la ética médica y el deber de socorro.

El trágico incidente ocurrió cuando Adrián Raudin Santana, conduciendo una motocicleta, sufrió un grave accidente al chocar con un vehículo, dejándolo en estado crítico en el pavimento. En lugar de recibir ayuda inmediata, los paramédicos Ramón Benito Paulino y Rosalía Rijo del Orden optaron por no brindar asistencia al joven, argumentando que ya se encontraba en estado agonizante y no había esperanza de salvarlo.

La indignación se extendió rápidamente por la comunidad, y la DAEH no tardó en tomar cartas en el asunto. En un comunicado oficial, la institución anunció la suspensión de los paramédicos, señalando que su actuación fue caracterizada por la negligencia, la dejadez y la falta de compromiso con su deber profesional y humano.

Además de la suspensión, se ha iniciado una investigación exhaustiva del caso para determinar si hay más responsables involucrados y para garantizar que se apliquen las medidas disciplinarias correspondientes. Según lo establecido por la Ley de Administración Pública, si se comprueba la culpabilidad de los paramédicos en estas acusaciones, podrían enfrentar la desvinculación de manera definitiva.

Este incidente ha generado un intenso debate sobre la ética médica y la responsabilidad de los profesionales de la salud en situaciones de emergencia. La comunidad exige justicia y garantías de que casos como este no vuelvan a repetirse en el futuro.