La periodista Altagracia Salazar ha emitido un duro juicio sobre Ariel Henry, el primer ministro de Haití, cuya intransigencia, respaldada por Estados Unidos, obstaculizó una solución negociada a la reciente crisis en el país caribeño. A pesar de 30 meses de protestas continuas, Henry se aferró al cargo, pero ahora se encuentra renunciando desde Puerto Rico, donde su paradero es desconocido.

Salazar expresó su preocupación sobre la falta de capacidad de Henry para enfrentar las bandas armadas que controlan virtualmente el poder en Haití, así como su incapacidad para unificar al país en medio de la crisis. La periodista compara la situación actual con la división histórica de Haití desde sus inicios como Estado, tras la muerte de Jean Jacques Dessalines.

En las últimas elecciones, marcadas por la baja participación y la presencia de numerosos candidatos, el escenario político haitiano se vio aún más fragmentado. Salazar destaca cómo, en medio de esta división y la pobreza extrema, las pandillas han ganado poder, con el único presidente que logró enfrentarlas, René Préval, siendo el único en repetir dos mandatos.

La periodista señala que el liderazgo político haitiano ha creado el monstruo que ahora los consume, y espera que puedan llegar a un acuerdo para enfrentar esta crisis que afecta profundamente a la nación caribeña.

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