El papa Francisco, celebró ayer domingo, su cumpleaños número 87, con una “fiesta circense” en el Aula Pablo VI del Vaticano.

El festejo incluyó una torta y contó con la compañía de niños y sus familias de un hospital pediátrico de la Santa Sede.

Tradicionalmente en el Vaticano no se celebran los cumpleaños sino la onomástica, pero la “fiesta” de cumpleaños de Francisco ya se ha convertido en una tradición.

En el evento participaron más de 200 familias que acuden a dicho hospital, así como sus médicos y voluntarios, y contó con la animación de los espectáculos y malabares de un grupo circense.

La celebración se da en medio de los conocidos problemas de salud de Francisco, con dificultades para caminar por su dolor en la rodilla, lo que le obliga a ser llevado a menudo en silla de ruedas.

Incluso que suspender parte de su agenda, como el viaje que pensaba realizar a la cumbre climática de Dubái, debido a una bronquitis. Sin embargo, volvió a participar en actos públicos, como la veneración de la Inmaculada Concepción en el centro de Roma. En una semana iniciará los ritos de la Navidad.

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