Al menos diez personas perdieron la vida y otras cuatro resultaron gravemente heridas en la provincia de Yansú, ubicada en el este de China. Potentes tornados azotaron la región, dejando una estela de destrucción a su paso.

El primer tornado golpeó con furia la ciudad de Suquian en la tarde del día anterior, cobrando la vida de cinco personas y arrasando con 137 viviendas en su camino destructivo.

Los residentes quedaron atónitos por la magnitud de la tormenta que azotó su comunidad, dejando un rastro de devastación que aún es difícil de cuantificar por completo.

Horas después, un segundo tornado tocó tierra en la ciudad de Yanchen, profundizando la tragedia. Cinco personas más perdieron la vida como resultado de esta violenta tormenta, que también provocó la interrupción del suministro eléctrico y bloqueó la circulación en varias carreteras de la zona.

Las autoridades locales han instado a la población a mantenerse alerta ante la posibilidad de nuevas tormentas y han desplegado recursos adicionales para proporcionar apoyo a las comunidades afectadas.

Mientras tanto, la nación china lamenta la pérdida de vidas humanas y trabaja arduamente en la recuperación de las áreas afectadas por estos potentes tornados.