En la República Dominicana, lamentablemente, se han acumulado una considerable cantidad de casos sin resolver que han dejado a familias dominicanas en luto. Algunos de estos casos involucran a ciudadanos haitianos, y hoy repasaremos algunos de ellos para arrojar luz sobre esta problemática.

Uno de estos casos es el de Juan José Soto Corniel, de 72 años, y sus dos colaboradores, Gilberto Antonio Basilio, de 64, y la arquitecta Maritza Arelis Ovalle, de 63. Se cree que fueron asesinados el 3 de octubre de 2022 por un ciudadano haitiano conocido solo como “Blanco” o “Rodolfo”. Hasta el momento, las autoridades no han logrado dar con su paradero.

Otro caso que destaca es el del destacado folclorista y coreógrafo Víctor Elarte, quien fue encontrado muerto en su vivienda el 30 de octubre del año pasado con signos de violencia. La Policía Nacional identificó a un ciudadano haitiano como presunto autor de la muerte, pero hasta la fecha, siguen en busca de este individuo, del cual tampoco tienen registros.

El 11 de abril de un año anterior, se encontraron los cuerpos de una pareja de esposos, Franklin Cuevas Díaz y Rosa Medina Cuevas, en estado de descomposición en la comunidad Los Roa del municipio de Neiva. Ambos habían sido encerrados en su casa con candado. Las autoridades policiales informaron estar tras la pista de varios haitianos que desaparecieron de la zona tras el hecho, pero no tienen pistas sólidas sobre su paradero.

Estos casos y otros similares se enfrentan a un problema fundamental: la dificultad de identificar y capturar a los involucrados debido a su falta de documentación. La carencia de información fiable sobre estos individuos dificulta en gran medida la investigación y la resolución de estos casos.