El COVID-19 ha vuelto a ser tendencia en el país, y los números son preocupantes. Con un aumento del 20% en las admisiones hospitalarias en las últimas semanas, varios estados, incluyendo Texas, se encuentran lidiando con una nueva ola de infecciones.

El reporte más reciente revela un incremento del 70% en las hospitalizaciones relacionadas con el COVID-19. Esto ha llevado a las autoridades de salud a encender las alarmas y tomar medidas preventivas.

“Estamos viendo que esta situación es muy importante en Estados Unidos, y el estado de Texas es uno de los más afectados”, expresó un experto en salud.

Una de las principales preocupaciones en Texas es la presencia de una variante del virus que ya ha sido detectada en Houston. Se ha observado que esta variante parece ser más contagiosa, lo que aumenta el riesgo de propagación del virus.

En promedio, se están registrando alrededor de 12 nuevos casos de COVID-19 en estado grave diariamente, lo cual representa una cifra alarmante.

Aunque los expertos no prevén escenarios tan catastróficos como los vividos durante las variantes Ómicron y Delta, están vigilando de cerca los efectos de esta nueva variante, especialmente en grupos vulnerables.