El debate se centró en si Vitaly es amada o odiada por la audiencia. Nabil defendió la postura de que existe un grupo de personas que la ven como una competencia y, por lo tanto, desean su fracaso en el mundo del entretenimiento. Sin embargo, El Dotol intervino argumentando que la simpatía hacia Vitaly va más allá de ella misma y se extiende hacia todo el equipo de Alofoke Media Group, debido a su naturaleza de empresa que desafía el sistema establecido.

En medio del debate, se tocaron temas sobre los conflictos personales dentro del mundo del entretenimiento, y se resaltó que la opinión pública debe ser más transparente al hablar sobre situaciones que involucren a terceros, evitando difamar sin fundamentos.

El intercambio de opiniones concluyó con la reflexión de que Vitaly Sánchez es un ejemplo de que no siempre todos desean el éxito de alguien, pero que ella ha demostrado tener una amplia base de seguidores que la respaldan y aprecian su trabajo.