Se acercaba la celebración de fin de año cuando el 12 de diciembre de 2021 comenzó a circular un trágico anuncio a través de las redes sociales que conmocionó a toda la ciudad costera de Manta, Ecuador. La terrible noticia revelaba la pérdida de la modelo de 23 años, Naomi Arsentales. La joven había sido hallada sin vida en el apartamento que compartía con su pareja, el fiscal Juan Carlos Izquierdo.

Las autoridades policiales se presentaron en el lugar del hecho y determinaron que la causa de su fallecimiento se debía a una decisión voluntaria de Naomi, impulsada por un estado depresivo. Sin embargo, la familia de la joven no podía creer esta versión y se desató una polémica que rápidamente escaló a nivel nacional. Para ellos, resultaba inconcebible que Naomi hubiera decidido quitarse la vida, ya que tenía muchos proyectos por delante.

La indignación de la familia aumentaba debido a que las autoridades parecían omitir un detalle crucial para la investigación. A medida que avanzaban los días, testigos directos comenzaron a hablar y afirmaron que Naomi era víctima de violencia psicológica y física por parte de su pareja. Las redes sociales y los medios de comunicación se convirtieron en canales esenciales para que la familia Arsentales denunciara las irregularidades en la investigación.

El caso tomó un giro cuando salieron a la luz pruebas que sugerían que la muerte de Naomi podría no haber sido un suicidio, como se había afirmado inicialmente. La familia presentó conversaciones y testimonios que apuntaban a que Naomi era víctima de maltrato y abuso por parte de su pareja. Las sospechas se centraron en Juan Carlos Izquierdo, el fiscal con influencia en el sistema judicial.

La familia Arsentales no se rindió y exigió que se realizara una investigación exhaustiva. Surgieron detalles preocupantes, como un video de seguridad que mostraba a Juan Carlos agrediendo a Naomi en público. La comunidad se unió en indignación y exigía justicia para Naomi.